El domingo 30 de julio la revista Hola! publicaba una noticia sobre la muerte del gato de Edurne, quien, disfrutando de sus vacaciones, "se encontraba de safari por Castilla-La Mancha". En esta comunidad, señalan desde el Hola!, la cantante "ha aprovechado para disfrutar de unos días de aventura en Burgos junto a 'Paleolítico Vivo'". Los burgaleses nos preguntamos, ¿desde cuándo somos castellano-manchegos?
Pero el Hola! no es el único que nos ha movido del mapa. La Vanguardia publicaba el mismo día una información sobre la tradicional fiesta del Colacho, que se celebra en Castrillo de Murcia, una localidad burgalesa que los redactores del periódico situaron nada más y nada menos que ¡en Murcia!; "Castrillo, en Murcia", aseguraban desde La Vanguardia.
Las redes sociales no perdonaron el grave error; afortunadamente Castrillo de Murcia vuelve a estar en Burgos. Y Burgos, en Castilla-La Mancha. Ah, no, Castilla y León.
https://t.co/zLyinLBefl @LaVanguardia a ver si nos enteramos el pueblo es Castrillo de Murcia y está en Burgos, no en Murcia
— cabreada (@recursopataleo) 30 de julio de 2017
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