FAUNA

La población osera sigue su ascenso en ejemplares en toda la Cordillera Cantábrica

OSO-CASTILLA-LEON-POBLACION.
autor: iLeón
iLeón
15/08/2018 - 13:14h.

Las cuatro comunidades de la Cordillera Cantábrica, Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León, contabilizaron el año pasado un total de 41 osas, 35 en la subpoblación occidental y seis en la oriental, con 73 crías, 64 en Occidente y nueve en Oriente. En el caso de la población osera en la Comunidad, se contabilizaron 13 osas y 31 crías en 2017.

Así se puso de manifiesto una vez finalizado el censo que los gobiernos de las cuatro comunidades elaboran anualmente, que confirma la consolidación y el incremento de la población en el sector occidental y un ligero aumento en el oriental.

De las cifras globales, 27 osas y 50 crías se ubican en la zona occidental de Asturias, y ocho osas y 14 crías en la de Castilla y León. En la zona oriental están censadas seis osas y nueve crías. De estas seis, cuatro osas con esbardos se han observado en Palencia, una en León y otra en Cantabria. Además, existen nueve crías, de las que siete están en la Comunidad.

El último censo refleja la existencia de una osa y seis crías más que en 2016. Además, si se analiza la evolución de los registros en el periodo comprendido entre 2000 y 2017, se confirma la consolidación de la población de hembras y esbardos, con un "ligero incremento" de la subpoblación occidental y un escenario demográfico "mucho más incipiente, pero estable", en la oriental.

La estimación global de la población osera es "más compleja", dado que se trata de una especie con amplia distribución, forestal y esquiva. Para el cálculo, se usan técnicas como el seguimiento directo, los estudios genéticos de restos localizados al azar o los sistemas de captura de pelo, así como el análisis de índices específicos en muestreos dirigidos.

Con los datos globales de 2017 y la media de los últimos seis años, se estima que la población de oso pardo en la Cordillera se sitúa en una horquilla de 230 a 270 animales. De ellos, entre 190 y 230 corresponderían a la subpoblación occidental y, al menos 40, a la oriental.

La metodología para analizar la tendencia demográfica de las poblaciones se centra en el seguimiento de las unidades familiares, las osas con crías del año. Esto es porque su fácil detectabilidad, su menor área de campeo y sus hábitos diurnos permiten obtener unos datos más precisos que se pueden comparar anualmente.

Prevenir daños

La positiva situación actual plantea nuevos retos de conservación de la especie que tienen que ser abordados adecuadamente. En esta línea, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha desarrollado fórmulas de prevención e indemnización de daños a la apicultura y a la ganadería.

En este sentido, la Junta subvenciona el 80 por ciento del coste de la adquisición e instalación de pastores eléctricos destinados a proteger los asentamientos colmeneros en la Comunidad de los daños y perjuicios ocasionados por el oso pardo. Dentro de la línea de ayudas, durante el año 2017, el número total de beneficiarios fue de 101, con un importe total de subvención de 42.936,77 euros.

Además de la línea de prevención, a través del sistema de pagos compensatorios de daños producidos por el oso pardo, el año pasado los pagos realizados por la Junta de Castilla y León ascendieron a 219.422 euros, en 360 expedientes de daños causados por el oso a explotaciones apícolas fundamentalmente.

Plan de Recuperación

El oso pardo cantábrico, especie emblemática y representativa de la naturaleza de las montañas cantábricas, está protegido por la legislación española desde el año 1973, incluido como especie en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

También está protegido por la legislación europea, que lo incluye en la Directiva Hábitats como una especie prioritaria cuya conservación supone una especial responsabilidad.

En el ámbito de la Comunidad de Castilla y León la especie cuenta con plan de recuperación desde el año 1990. T

rascurridos casi 30 años desde la aprobación del plan de recuperación, parece que la tendencia regresiva no sólo se ha detenido sino que empieza a dar buenos resultados, como son la ocupación casi total de la Cordillera Cantábrica por ejemplares de oso pardo, el intercambio genético entre población oriental y occidental, así como el notable aumento en la fracción reproductora de osas con crías cada año.

El Plan de Recuperación del Oso Pardo en Castilla y León tiene como finalidad incrementar el número de ejemplares, evitar el aislamiento de núcleos de población y favorecer la recolonización de nuevos territorios.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente prepara, en coordinación con las otras comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, un protocolo que recoge las pautas de intervención en el caso de osos habituados a la presencia de personas o a la comida de origen humano.

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