HISTORIA

De la República a la Guerra. Cuando Sasamón quiso expulsar a la Guardia Civil

sasamon texto

Al inicio de la Segunda República, Sasamón tenía, según el censo de 1930, 1.150 habitantes, con un índice de analfabetismo del 24,96 %. Cabría destacar una élite destacada de «propietarios», como entonces se les denominaba, un más amplio contingente de labradores más o menos acomodados y un más reducido número de jornaleros o asalariados, que en su mayoría estaban afiliados al «Despertar de Sasamón», sociedad de resistencia y oficios varios, que en marzo de 2932 contaba con 55 afiliados.

Isaac Rilova Pérez
01/12/2025 - 17:11h.

La última corporación municipal anterior a la República estaba compuesta por el alcalde, Francisco Martínez, y los concejales Gregorio Burgos, Simón Celis, Manuel Hurtado, Dalmacio Herrero, Eugenio Arce y Gregorio Simón. Tras los comicios del 19 de abril de 1931, se formó el nuevo Ayuntamiento, en el edificio de la plaza del Mariscal, que quedó constituido por los siguientes capitulares: Gregorio Martínez Muñoz, José Martínez Muñoz, Isaac Rilova San Millán, Manuel Hurtado Simón, Eusebio Gutiérrez Ruiz, Pedro Celis Dueñas, Rodrigo Ubierna Gutiérrez, Paulino Campo Cuasante y Enrique Hurtado González.

Unas fechas más tarde, el concejal Isaac Rilova San Millán propuso la sustitución del nombre de la calle de «Amadeo Rilova» por la de «Capitán Galán», asegurando «que merece que se perpetúe su nombre por haberse sacrificado por implantar la República en España»; la de la plaza mayor que se cambiaría por la de «Plaza de la República»; la «Plazuela del  Mariscal», por la «Calle de Santa Teresa», por la de «Francisco Ferrer»; la «Calle de la Cambija», por la del «Capitán García Hernández», a lo que Paulino Campo añadió como sugerencia que se completara el cambio de calles sustituyendo la denominación de «Calle del Mediodía» por la de «Pablo Iglesias». En realidad no se cambió de nombre a ninguna calle salvo esta última.

Por lo demás, durante el periodo republicano, habría que destacar que el 4 de junio de 1931 se declaró monumento histórico, perteneciente al tesoro artístico nacional, a la iglesia parroquial de Sasamón, que, por cierto, un año más tarde, en noviembre de 1932 sufrió el robo de los dos tapices flamencos de su propiedad, que afortunadamente fueron recuperados por la policía antes de cruzar la frontera con Francia.

Por otra parte, ya en 1933, el presidente de la asociación el «Despertar de Sasamón», propuso al nuevo Ayuntamiento que se hiciera respetar la legalidad vigente en cuanto a la separación del cementerio católico del civil y en referencia al tema de la enseñanza, se anunció la propuesta de creación en Sasamón de dos escuelas, una para niños y otra para niñas, solicitando del Ayuntamiento la cesión de locales o solares para escuelas y viviendas de los maestros.

Sin embargo, tras las elecciones de febrero de 1936, en que resultó vencedora la coalición del Frente Popular, aumentaron en el pueblo los enfrentamientos entre los afiliados y simpatizantes tanto de partidos de izquierdas como de derechas, de manera que los primeros escribieron una carta al ministro de la Gobernación relatando su situación y pidiendo entre otras cosas, el confinamiento del cura párroco y el veterinario en las posesiones de África y la expulsión de la Guardia Civil del pueblo, a la que hacen responsable por su inacción de todos los desmanes, manifestando en su escrito, según consta en el documento remitido por el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca, MAD 2461/68,1-3, lo siguiente:

«Que, desde el día 16 de febrero, vienen siendo perseguidos, acorralados y amenazados de muerte por los elementos fascistas de esta villa, ante la pasibilidad e indiferencia de la Guardia Civil del puesto de Sasamón y siguen contando que a principios de abril se celebró en Sasamón una gran concentración de izquierdas, con desfiles, mítines y arengas, que intentaron reventar jóvenes falangistas, resultando herido por arma blanca uno de ellos, Julián Rilova Calvo».

Así mismo informan sobre:

«Que el día 19 de abril tuvo confidencia el alcalde de que en casa del derechista Félix Calzada se estaba celebrando una reunión clandestina con bastantes efectivos fascistas de esta villa y tres propagandistas de Burgos que habían llegado en un auto y que la Guardia Civil lo sabía y no trató de impedirlo, así como también que era público y notorio que el día 11 de junio estuvieron los fascistas de esta localidad haciendo instrucción y ejercicio de tiro en el camino denominado de «Pavillo», próximo al casco de esta población, sin que la Guardia Civil se diera por enterada.

Y añaden «que el 28 de junio, en el pueblo de Olmillos de Sasamón, al significado falangista vecino de Sasamón, Ricardo Martínez, se le cayó una pistola en el citado pueblo, en presencia del cabo de la Guardia Civil, que estaba próximo, para que procediese a quitársela al referido falangista, cosa que no hizo.

Ya en julio, en la noche del día 4 de julio, un grupo numeroso de fascistas, provistos de toda clase de armas, cometieron toda clase de desmanes incalificables en los domicilios del alcalde y del médico titular y presidente de Izquierda Republicana, D. Julián Gutiérrez, además de las viviendas de José Ortega, Restituto Ubierna, Antonino Salazar, Eutiquio Sadornil y en Sociedad Obrera (Casa del Pueblo), rompiendo infinidad de cristales, fracturando puertas y ventanas, amenazando de muerte a sus ocupantes y con rociar de gasolina los edificios para incendiarlos, quedando el pueblo a merced de los fascistas, todo ello en presencia de la Guardia Civil.

El día 12  ese mes los fascistas volvieron a repetir la escena, quienes uniformados con camisas fascistas violentaron puertas y ventanas y rompieron gran cantidad de cristales de varios vecinos de esta villa, afiliados a la izquierda y el alcalde, sabiendo que habían herido a una joven los amotinados, aun arriesgando su vida, salió con la vara de justicia para hacer justicia, (pero) varios del grupo amotinado se dirigieron al alcalde con armas y porras haciendo ademán de agresión contra el alcalde, al mismo tiempo que decían "hay que matarle, a por él", en presencia de la Guardia Civil y, en peligro de muerte, pudo llegar a su domicilio.

Y el día 13 por la mañana, los fascistas en gran número fueron por el campo y a cuantos encontraban de izquierda les amenazaban de muerte, haciéndoles marchar a los pueblos limítrofes. Ya en la tarde del mismo día, a un vecino de esta afiliación de izquierda, le estuvieron esperando (a) que viniese del campo y antes de llegar al pueblo se vio amenazado por dicho grupo, teniendo que refugiarse en el inmediato pueblo de Olmillos, el cual se encuentra lesionado a consecuencia de algunos golpes que el guarda del campo, también fascista, le dio antes de llegar al citado pueblo.

En la noche de ese día, sin poder precisar hora, los fascistas amotinados habían ido a Olmillos con intención de linchar al antes mencionado (y), ya de regreso a Sasamón, se metieron en la finca viña del presidente de Izquierda Republicana, D. Julián Gutiérrez, médico titular de esta villa, a quien rompieron muchos árboles frutales y cuando llegaron al pueblo repitieron la rotura de cristales en distintas casas de vecinos de esta afiliación de izquierda, dando grandes voces de "viva el Fascio y muera Azaña".

El Sr. Gobernador de la provincia tiene ya conocimiento de estos hechos, pero hasta la fecha no se ha detenido a ninguno de los delatados como autores de los hechos cometidos, que por el presente escrito quedan relatado.

En consecuencia, POR SER DE JUSTICIA PEDIMOS:

1º La destitución completa de la Guardia Civil del puesto de esta villa, no es justo que se la traslade a otro pueblo, haciéndoles a sus vecinos víctimas de la deslealtad de tales guardias civiles.

2º Fulminantemente, la deportación a Villa Cisneros del cura párroco de esta villa, principal inductor y promovedor de los sucesos; así como también del cacique Sr. Atienza, conocido por el número uno, que ciegamente los alborotadores hacen cuanto este les ordena.

Con estas medidas se daría satisfacción a las ansias de liberación y justicia que pusieron los firmantes al acudir a las urnas el glorioso día dieciséis de febrero.

Que la vida de V. E. se conserve muchos años.

Sasamón, 14 – VII – 1936»


Firmas de los remitentes del escrito y sellos.

 

Faltaban cinco días para que, desde bien pronto, por la mañana, se leyera en la plaza del pueblo el bando de guerra del general Mola y comenzaran las primeras detenciones de personas de izquierda, que eran trasladadas en autobuses de línea, previamente incautados, al Penal de Burgos, donde quedaban a disposición de la jurisdicción militar, autoridad que disponía su puesta en libertad o su entrega a patrullas paramilitares o de la Guardia Civil que habían de ejecutarlos.

Así, por ejemplo, fueron fusilados: Paulino Campo Cuasante, hijo de Plácido y Baldomera, presidente de la Sociedad Obrera el «Despertar de Sasamón», afecta a la UGT y alcalde-presidente de la Comisión Gestora Municipal desde el 5 de marzo hasta el 24 de mayo de 1936, posteriormente fusilado en Estépar el 7 de octubre de dicho año; Julián Gutiérrez Pérez, hijo de Eugenio y de Ángela, detenido el 19 de julio e instado a salir de su casa y maltratado, se le obligó a firmar su renuncia como médico. Después, el día 21 fue trasladado al Penal. Según un escrito de su madre, a mediados de septiembre (en realidad fue el 1º de ese mes), fue llevado con su hermano Domingo, médico forense de Villadiego, al monte de Estepar, donde ambos fueron fusilados; Eutiquio Martín Triana, hijo de Eladio y de Clara, hermano de Jerónimo Martín Triana, de 47 años, propietario, detenido el 26 de julio de 1936 y «puesto en libertad» el 15 de septiembre de dicho año, fue fusilado en el monte de Estepar en el mismo día.

Cumplieron condena y sufrieron incautación de sus bienes o  multas: Antonino Salazar Martín, fallecido el 8 de noviembre de 1939, de hepatitis aguda, en la Prisión Central de Valdenoceda; Jerónimo Martín Triana, condenado a inhabilitación por espacio de ocho años y multa de 500 pesetas; Abdón Martín Rilova, que sufrió incautación de bienes y cumplió dos años de cárcel; Deogracias Peña Peña, a quien no se le abre expediente de incautación de bienes por insolvencia, pero sí cumple pena; Gregorio Peña Peña, a quien se condena a inhabilitación por periodo de ocho años y 500 pesetas de multa; Matilde Pérez García «La Pasionaria», a quien se le corta el pelo y se le condena a inhabilitación y 500 pesetas de multa; Valentina Rodríguez Rodríguez, condenada a tres años de prisión y declarada insolvente; Ángel Rodríguez Triana y Eutiquio Sadornil Santos, sancionados ambos tras el cumplimiento de varios años de condena, con ocho años de inhabilitación y 500 pesetas de multa cada uno.

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