CIENCIA

Los científicos dan un paso más para predecir las erupciones volcánicas

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Aunque afectan a millones de personas en todo el mundo, las erupciones volcánicas solo se pueden prever con pocas horas de antelación. Un equipo de vulcanólogos aporta ahora nuevas evidencias para comprender mejor las condiciones de almacenamiento del magma, un ingrediente esencial para futuros modelos de predicción precisos y fiables sobre el momento, el tipo y la duración de las erupciones.

Adeline Marcos|Agencia Sinc
11/03/2022 - 08:45h.

Los habitantes de la isla de La Palma en Canarias empezaron a ser evacuados, de forma preventiva, el mismo día en que se produjo la erupción del volcán Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre. Esas horas de intervalo evitaron que hubiera heridos, pero fueron insuficientes para poner a salvo enseres personales, entre otros. La razón principal es que aún no se pueden predecir con mayor fiabilidad y precisión estos eventos geológicos.

Sin embargo, en la actualidad, entre 40 y 50 volcanes están en erupción o en estado de agitación en todo el mundo, y 800 millones de personas que viven en las proximidades corren riesgos para su salud y su vida, particularmente con los que son potencialmente activos. Además, también suponen una amenaza para el tráfico aéreo mundial.

"El campo de la previsión de erupciones está en pañales y nos queda un largo camino por recorrer antes de anticipar las erupciones como pronosticamos el tiempo", cuenta a SINC Daniel J. Rasmussen, investigador en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian y autor principal de un trabajo, cuyos resultados acercan un poco más a los científicos hacia predicciones fiables.

Hasta ahora, estas previsiones habían sido complejas, en gran medida porque los vulcanólogos no comprenden del todo la dinámica y los procesos naturales del magma que se encuentra debajo de un volcán antes de salir a la superficie. De hecho, la mayoría de estas predicciones se realizan comparando la actividad actual de un volcán, como los terremotos o los movimientos del suelo, con los patrones de actividad del pasado.

Pero, Rasmussen llevaba desde 2015 con una pregunta en mente: ¿Por qué la profundidad de almacenamiento del magma varía de un volcán a otro y qué controla esa profundidad? En busca de la respuesta, el trabajo, publicado en la revista Science, ha logrado identificar lo que los científicos esperan que sea el factor más importante para controlar la profundidad a la que se almacena el magma: el contenido de agua en este material fluido.

"La comprensión de las condiciones de almacenamiento del magma, incluido su contenido en agua, es importante para ayudarnos a desarrollar la próxima generación de modelos de previsión volcánica", recalca Rasmussen.

El agua, el 'combustible' que impulsa las erupciones

Los resultados revelan que, en el tipo de volcán más común del mundo –los arcos volcánicos–, el magma con mayor contenido de agua tiende a almacenarse a mayor profundidad en la corteza terrestre. De este modo, el contenido de agua del magma sería el responsable de controlar su profundidad, en lugar de estar simplemente correlacionado con ella.

"Este estudio relaciona la profundidad a la que se almacena el magma con el agua, lo cual es significativo porque el agua inicia y alimenta en gran medida las erupciones", indica el vulcanólogo, que comparó el impuso del agua en las erupciones con el dióxido de carbono que puede hacer explotar una botella de refresco agitada.

"Con el agua disuelta en el magma que se almacena debajo de un volcán, si se produce una disminución repentina de la presión, como cuando se abre de repente el tapón de una botella de refresco agitada, se forman burbujas de gas que hacen que el magma suba y salga disparado del volcán, de forma similar a cuando un refresco sale disparado de una botella", ejemplifica Rasmussen. "Más contenido de agua en el magma significa más burbujas de gas y potencialmente una erupción más violenta", continúa.

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