MUSEOS CASTILLA Y LEON

Conoce el arte zamorano en el Museo Provincial de Zamora

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Foto: Junta de Castilla y León

El Museo de Zamora fue creado asimismo a raíz de la desamortización eclesiástica del siglo XIX; sus primeros fondos serían, en consecuencia, las pinturas procedentes de los monasterios suprimidos de la provincia.

Redacción BurgosNoticias 
09/04/2018 - 13:25h.

A principios de los años 80 con la elección del Palacio del Cordón como sede definitiva del museo se aborda la construcción del nuevo edificio. Su complicado desarrollo obliga a la interrupción de las obras apenas construida una crujía. El acondicionamiento de la cercana iglesia de Santa Lucía facilita, a finales de 1989, permite la instalación ordenada de los fondos del museo en un almacén visitable. En 1993 se ocupa provisionalmente el único sector edificado del Palacio del Cordón que acoge los servicios del centro a la vez que una pequeña exposición pública; por último se culminan las obras en 1998 dando lugar al Museo de Zamora que conocemos en la actualidad.

El Museo consta de dos secciones, Arqueología y Bellas Artes. Dedicada la primera a un recorrido por la historia de la provincia, desde el Paleolítico a la Edad Moderna; la segunda muestra fondos artísticos; escultóricos y principalmente pictóricos de entre los siglos XIV y XX; completa el itinerario expositivo una sala con elementos significativos de la evolución histórica de la propia ciudad de Zamora.

 

Foto: Junta de Castilla y León
Foto: Junta de Castilla y León

En el origen del Museo de Zamora, como en el resto de los museos provinciales, se encuentra la obra artística dispersa a raíz de la desamortización, a mediados del siglo XIX. Por tanto, sus colecciones iniciales fueron, sobre todo, pinturas de temática religiosa, de discreta calidad. Pronto se vio la limitación cuantitativa y cualitativa de estos fondos, por lo que se recurrió a donaciones y depósitos de las instituciones locales (Ayuntamiento y Diputación), y de otras instituciones museísticas (Museo Nacional de Arte Moderno, Museo del Prado, Museo Nacional de Escultura de Valladolid), admitiendo donaciones particulares de artistas o familiares vinculadas a Zamora. Así pues, la sección de Bellas Artes, que dio nombre durante cierto tiempo al museo comprende obras de procedencia y autoría variada que constituyen una buena muestra de los distintos estilos artísticos que han dejado su huella en la provincia.

 

Los hallazgos arqueológicos han supuesto una decisiva aportación a los fondos del museo: coinciden con la realización de relevantes obras públicas -como la presa de Villalcampo, que deparó un interesante conjunto epigráfico-, o se derivan de hallazgos casuales, relacionados con el laboreo agrícola o con la remoción de tierras. En la actualidad siguen alimentando los depósitos del museo como resultado de los distintos programas de investigación.

Piezas destacadas

  • Ajuar campaniforme de Villabuena del Puente: Ajuar de una tumba campaniforme encontrado en esa localidad. Compuesto por recipientes cerámicos decorados, puñal de lengüeta en cobre con arandela de hueso, brazal de arquero y botón con perforación en "V", también de hueso, y cintas de adorno en oro. La riqueza del ajuar de estos enterramientos individuales de prestigio delata una diferenciación social que podrá apreciarse a partir de la Edad del Bronce (1.800 a.C.).
  • Tesoros celtibéricos de Arrabalde: Conjunto de joyas prerromanas. Realizadas fundamentalmente en oro y plata, constituyen un ejemplo excepcional de la orfebrería celtibérica, en la que se detectan influencias ibéricas, continentales y castreñas. Torques, pulseras, brazaletes espiraliformes, fíbulas, arracadas, prendedores de pelo y sortijas son sus joyas más características. Los denarios que acompañaban al primer tesoro sirven para datar el momento de la ocultación (finales del siglo I a.C.), coincidente con las campañas romanas de conquista del Norte peninsular.
  • Pasarriendas con figura de caballo: Elemento de bronce relacionado con la suspensión de un carro, procedente de Villafáfila. Consta de dos piezas, la superior constituida por una figura de caballo, y la inferior por un cubo troncopiramidal con adornos vegetales y unas anillas en "ese", rematadas en cabezas de felinos, para la inserción de correas, de donde deriva el nombre de "pasarriendas", con que se ha identificado este tipo de piezas habituales en época tardorromana (siglo IV d.C.).
  • Estela romana de Villardiegua de la Ribera: Monumento funerario "en memoria de Cudia, hija de Arcón, que falleció a los quince años". Es una estela de granito, de época romana altoimperial (siglos I-II d.C.), similar a otros modelos de esquema arquitectónico del occidente peninsular. La pieza se conserva en su totalidad: cabecera de radios curvos, campo epigráfico enmarcado por pilastras, registro de arcos e, incluso, la parte inferior para ser hincada.
  • Tesorillo visigodo de Villafáfila: Compuesto por tres cruces recortadas en lámina de oro, incensario con fragmento de tapa y mango de posible patena, de bronce. Este conjunto se relaciona con ambientes litúrgicos y religiosos. Su sencillez y modesta factura se aleja de la suntuosidad de otras piezas similares que caracterizan la orfebrería visigoda. Datada en el siglo VII d.C.San Lucas: Pequeña escultura de mármol que proviene del Hospital de la Encarnación y representa a este santo. Fechada a principios del siglo XVI, mantiene reminiscencias del gótico final y de las corrientes europeas del momento. Se relaciona estilísticamente con algunas figuras que adornan lujosos sepulcros del gótico final, como los del Doctor Grado de la Catedral de Zamora o el de Juan II de la Cartuja de Miraflores de Burgos.
  • Tabla del Descendimiento: Constituye un excepcional ejemplo de la pintura gótica. Esta tabla del desaparecido monasterio de San Jerónimo, de Zamora, que estuvo depositada en el Museo Nacional del Prado prácticamente durante todo el siglo XX. Enmarcada por una arquitectura simulada que combina elementos del gótico final y del renacimiento inicial, representa el descendimiento de Cristo con los personajes dispuestos en una ordenada composición sobre el paisaje de una ciudad amurallada y minuciosos detalles característicos de la pintura hispanoflamenca.
  • Boceto de Nerón y Séneca de Eduardo Barrón: Obra del gran escultor zamorano Eduardo Barrón. Tema clásico en la escultura historicista, representa la educación de Nerón por parte de Séneca. Se trata de un modelo en escayola  de la que se conserva, en igual material pero a tamaño real, en el Museo Nacional del Prado. De esta última, recientemente se ha realizado una copia en bronce que se exhibe en la ciudad de Córdoba.
  • Escena familiar (fotografía de José Gutiérrez "Filudo" y Heinrich Kühn: La imagen reproduce el interior de una vivienda humilde en un barrio popular zamorano con un grupo familiar. Se trata de una preparada escena costumbrista de principios del siglo XX que constituye un documento de interés tanto desde del punto de vista etnográfico como por ser exponente de una nueva tecnología, la fotográfica. Copia a gran escala, la composición es el resultado del trabajo conjunto del fotógrafo y grabador zamorano José Gutierrez "Filuco" y del fotógrafo austríaco pictorialista Heinrich Kühn.
    Foto: Junta de Castilla y León
    Foto: Junta de Castilla y León
  • Tesoro de monedas medievales de la Plaza de Arias Gonzalo: compuesto por unas 4.000 monedas  de oro, plata y vellón, encontrado en pleno casco histórico de Zamora, dentro del primer recinto amurallado de la ciudad y datado entre mediados de los siglos XIV y XV. Mientras la moneda de oro (87 piezas, entre las que destacan una dobla nazarí, escudos franceses y florines de la Corona de Aragón) es totalmente foránea, la de plata y la abundante de vellón -salvo algunos ejemplares portugueses-, fue acuñada en el Reino de Castilla.

Edificio

El Palacio del Cordón, una de las obras más interesantes de arquitectura civil zamorana de principios del siglo XVI, constituye con la vecina iglesia de Santa Lucía uno de los rincones más sugestivos de la ciudad vieja, y concretamente del barrio que en época medieval se llamó "La Puebla del Valle".

La noble fachada del edificio tiene como elemento más característico la portada enmarcada a modo de alfiz por el cordón franciscano que le da nombre y en cuya parte superior campean los escudos de sus propietarios. Por ella se accede a la sala de exposiciones temporales, al salón de actos y a la biblioteca.

Detrás de esta casa blasonada se ha añadido un nuevo edificio, de módulo cúbico, obra de los arquitectos Tuñón y Mansilla, en cuyo interior se han integrado como elementos expositivos los restos pertenecientes a las arquerías del antiguo patio y parte de la escalera. En él se ubican las salas de exposición permanente y los espacios destinados al almacén de fondos; un pequeño módulo anejo alberga los talleres de restauración.

La iglesia de Santa Lucía alberga el almacén visitable del museo. Mantiene huellas de sus orígenes románicos en el muro norte.

Horario de apertura:

Colección permanente:

martes a sábado de octubre a junio de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horasde julio a septiembre de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas

domingos y festivos de 10 a 14 horas

Exposiciones temporales:

martes a viernes de 19 a 21 horassábados de octubre a junio de 12 a 14 horas y de 16 a 19 horasde julio a septiembre de 12 a 14 horas y de 17 a 20 horas

domingos y festivos de 12 a 14 horas

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