Dudas e interrogantes entre comerciantes y ciudadanos sobre las nuevas medidas de ahorro energético

Redacción BurgosNoticias 
10/08/2022 - 09:52h.

Limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno en edificio públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transporte (aeropuertos y estaciones de tren y autobús), espacios culturales y hoteles, así como apagar las luces de escaparates y edificios públicos que estén desocupados a partir de las 22.00 h. son las primeras medidas que entran en vigor esta jornada.

Centros sanitarios y hospitales, colegios, universidades o guarderías, peluquerías, lavanderías, gimnasios y los medios de transporte, quedan excluidos de la obligatoriedad de limitar la temperatura, para no bajar de los 27 grados en verano ni superar los 19 grados en invierno.

Los comercios, grandes superficies y edificios de titularidad pública asumen con muchas dudas e interrogantes este Plan Energético, y se plantean numerosas interrogantes.

La presidenta de la Federación del Comercio de Burgos, Consuelo Fontecha se muestra sorprendida con este decreto al tiempo que no comprende muy bien de donde salen estas medidas, para señalar que lo único que consiguen es meterse en la gestión de los negocios de los comerciantes.

Varias Comunidades Autónomas han acusado al Gobierno de improvisar estas medidas y de incluirlas en un Decreto Ley sin haber hablado previamente con los sectores afectados. No ponen en cuestión que hay que ahorrar sino la forma en la que se quieren imponer estas medidas.

No obstante, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera tuvo que rectificar y precisó que bares y restaurantes pueden limitar el uso del aire acondicionado al "en torno de los 25 grados", teniendo en cuenta las recomendaciones de la legislación laboral, frente a los 27 grados que contempla el Real Decreto.

Consuelo Fontecha resalta que en este caso lo que debe primar es el confort personal de cada uno y se pregunta cómo se va a poder controlar eso en los comercios y establecimientos "o si vendrá una persona o un inspector a controlar la temperatura de cada negocio".

Por ello, los comercios y establecimientos deberán justificar cuándo no aplican el límite de temperatura en el termostato, una flexibilidad incorporada en el decreto ley para proteger los derechos de la salud laboral de sus trabajadores.

Consuelo Fontecha apela al sentido común como la norma más fácil de aplicar. Presupone que si se puede bajar o subir dos o tres grados el aire acondicionado o la calefacción en determinadas circunstancias, todo el mundo lo intentará hacer en beneficios de su propia economía. Asimismo, considera bastante lamentable que "el Gobierno esté asustando tanto a los ciudadanos con estas cosas".

Las sanciones que establece el Real Decreto son multas de hasta 60.000 euros por infracciones leves, de hasta seis millones de euros para las graves y de hasta 100 millones de euros por las muy graves, si bien según el Gobierno en las primera semanas de aplicación de la norma no se multará.

Consuelo Fontecha considera que son los políticos los primeros que tiene que predicar con el ejemplo y aplicarse estas medidas ellos mismos.

¿Qué pasa con los monumentos?

Una de las grandes incógnitas que gira en torno a las medidas de ahorro energético es la del apagado de monumentos. Según el Ejecutivo, las medidas aprobadas en el Consejo de Ministros no afectan a los monumentos.

El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, explicó el pasado 4 de agosto que Salamanca "seguirá ahorrando e iluminando sus monumentos", que desde abril se apagan a las 00:00 horas de lunes a jueves y a las 01:00 horas los fines de semana (excepto la Plaza Mayor, que lo hace todos los días a la 01:00 horas).

El regidor puso de manifiesto el compromiso de la ciudad con el ahorro energético, indicando que desde el Consistorio se han adelantado al Gobierno y a otros muchos ayuntamientos, "pero en general, nos hemos interesado en tomar medidas viendo lo que se nos cae encima", aseguró.

Del mismo modo, Carbayo expuso que "hay en algunas zonas de la ciudad, muy poco transitadas, en las que hemos dejado muy poca iluminación y en los propios edificios municipales hay recomendaciones para que se consuma la energía necesaria. Ahora a alguien se le ocurre quitarse la corbata y parece que hay que hacer las cosas". Igualmente, el primer edil consideró que son medidas "muy improvisadas", que deberían haberse hablado con los afectados, ayuntamientos, comerciantes y empresarios.

De la misma manera, Carbayo recordó que se iluminó la Plaza Mayor durante la pandemia, "porque eso ayuda a que la moral esté alta", matizando después que "en estos momentos de dificultades que se avecinan, hace falta que ese corazón de la Plaza Mayor siga iluminándose".