El agente, destinado en el Puesto de Briviesca, practicó la maniobra de Heimlich, logrando así la expulsión del objeto alojado en la tráquea del auxiliado
Un guardia civil destinado en el Puesto de Briviesca, mientras se encontraba libre de servicio, ha auxiliado de manera decisiva a una persona que sufrió un atragantamiento severo.
Los hechos ocurrieron en un establecimiento hostelero de la ciudad de León, donde varios clientes comenzaron a mostrar signos de alarma al observar que una persona se llevaba las manos al cuello, presentando una seria dificultad respiratoria. Ante la evidente situación de riesgo vital, el agente, que se encontraba en el local mientras disfrutaba de sus días de permiso, reaccionó instintiva e inmediatamente, levantándose y acudiendo al lugar sin dudar un instante.
Al confirmar que se trataba de un atragantamiento con obstrucción grave de la vía aérea, se situó tras la víctima y le aplicó la maniobra de Heimlich, técnica que consiste en realizar compresiones abdominales rápidas y firmes para generar presión en el diafragma y expulsar el objeto que impide la respiración.
Tras varios intentos, el afectado logró expulsar un trozo de alimento que se había alojado en su tráquea, recuperando la respiración y evitando así consecuencias potencialmente fatales.
La actuación del agente destaca por su rapidez, seguridad y precisión, especialmente relevante al encontrarse fuera de servicio, en un contexto ajeno a su actividad y sin apoyo inmediato de medios sanitarios. Fue la primera persona en reaccionar, demostrando una extraordinaria capacidad de respuesta en una situación de urgencia en la que cada segundo cuenta.
Por todo ello, con su acción ha puesto de manifiesto los valores esenciales que identifican al Cuerpo desde su fundación: auxilio, valentía, vocación de servicio y compromiso permanente con la protección de las personas.
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