Los casos de intoxicación por monóxido de carbono se concentran principalmente en los meses de octubre a marzo, época en la que el descenso de temperatura trae consigo el empleo de aparatos de calefacción.
Según informa el Servicio de Emergencias del 112, la causa más frecuente de las intoxicaciones es la mala combustión en aquellos sistemas de calefacción que funcionan con combustibles vegetales como son el carbón, la leña, el cisco o, últimamente, los pellets de madera: braseros, estufas u hornos de leña, glorias... A ellos hay que unir, además, el malfuncionamiento de las instalaciones domiciliarias de gas, como son los calentadores.
Lo más importante es prevenir este problema y para ello:
-Es fundamental mantener una ventilación adecuada en aquellas estancias en las que se instalen calefacciones alimentadas por combustibles vegetales.
-Hay que evitar colocar ese tipo de aparato en dormitorios.
-Además, es necesario revisar las chimeneas de aquellas instalaciones de calefacción que las empleen, como por ejemplo los hornos o las estufas de carbón o leña.
-En las instalaciones de gas, hay que asegurarse de que todos los equipos de calefacción estén instalados correctamente y realizar las revisiones periódicas por parte de un profesional cualificado.
-Cuando los aparatos estén en funcionamiento, verificar que la llama que emiten sea del color adecuado (cuanto más azul sea ésta, más perfecta es la combustión).
-Es importante que todos los aparatos se encuentren en lugares correctamente ventilados, y nunca taponar las rejillas y respiraderos de las distintas estancias de la casa, algo que se hace con frecuencia, por ejemplo los días que hay mucho viento, lo que propicia la falta de oxígeno necesario para una correcta combustión.
-No se debe cubrir la parte inferior de los hornos de gas pues se bloquea la circulación de aire y se provoca una combustión incompleta que derivaría en cantidades excesivas de CO.
-Es peligroso utilizar equipos portátiles como hornillos, barbacoas, etc. que queman combustible dentro de espacios cerrados.
-Se deben revisar las chimeneas y conductos de ventilación antes de comenzar la temporada de frío y después de los episodios de nevadas.
-Los aparatos de calefacción que funcionan con electricidad suponen un riesgo en cuanto a que podrían provocar un incendio, por lo que se recomienda no tener cerca cortinas, ropa de cama, alfombras, etc. y no dejarlos enchufados sin supervisión.
-No es conveniente dejar el coche con el motor en marcha dentro de un garaje cerrado.
-También convendría instalar un detector de este gas en las viviendas.
¿Por qué se produce?
La intoxicación se produce porque al inhalar el monóxido de carbono, pasa a la sangre a través de los pulmones y evita que la hemoglobina trasporte el oxígeno. La gravedad de la intoxicación dependerá de la concentración del monóxido y del tiempo que se haya estado expuesto.
Los síntomas más habituales que puede presentar un paciente afectado por la inhalación de monóxido de carbono pueden ser:
-Mareos
-Dolor de cabeza
-Vómitos
-Calambres
-Desvanecimientos súbitos.
Ante el más mínimo indicio de esta situación:
-Abra todas las puertas y ventanas que sea posible para facilitar la entrada de oxígeno y la desaparición del gas venenoso
-LLAME AL 1-1-2 y explique la situación con la mayor precisión posible. Recuerde que al otro lado de la línea hay médicos de emergencias que le indicarán cómo actuar hasta la llegada de la asistencia.
-De ser posible, aleje todo lo posible a las personas intoxicadas del origen del monóxido de carbono
-En caso de una fuente de calefacción por combustible vegetal, como puede ser un brasero o una estufa de leña, saque al exteriorde la vivienda si es posible la fuente de origen del monóxido
-En caso de que alguna víctima no respire, practique la reanimación cardiorrespiratoria hasta la llegada de los servicios de emergencia.
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