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El cartel de las fiestas de Burgos... ¿polémica por su parecido con otra obra del autor?

Carteles San Pedro San Fermín

En la jornada del martes se presentó el cartel elegido para representar las Fiestas de San Pedro y San Pablo 2024. Su autor quedó semifinalista el año pasado tras presentar un diseño muy similar para las fiestas de San Fermín.

Leire Campos Rubio
08/05/2024 - 09:28h.

Los carteles de las fiestas de Burgos no pueden ser nunca del gusto de todos, pero ningún año se ha creado tanto desacuerdo y opiniones disparejas como en esta ocasión. Dejando fuera la explosión de color y las figuras, un tanto dispuestas sin orden ni concierto -a una servidora no le gusta mucho eso de los "colorinchis"-, su sobrado parecido con otra obra, que también se presentó al concurso de las fiestas grandes de otra ciudad, ha sembrado la discordia en torno a dicho cartel.

Su autor es Alfredo León, navarro y semifinalista de la llamada a proyecto del cartel de las fiestas de San Fermín del año pasado. Su diseño, a la izquierda en la imagen, titulado "204 horas" (en relación a las 204 horas que dura la Fiesta Grande en la ciudad pamplonesa), quedó en segunda posición, a las puertas de haberse convertido en el cartel oficial. No obstante, ese título que se le escapó de las manos ha recaído, finalmente, en él este año, pero en vez de por Pamplona, por Burgos.

El diseño elegido para representar a las Fiestas de San Pedro y San Pablo, a la derecha de la imagen, recuerda "levemente" a la composición y estilo por el que se decantó su autor para el cartel de San Fermín. Si bien es cierto que cada diseñador, pintor, escultor, músico (artista, en definitiva) hilan sus obras conforme a un estilo propio, comparando ambos proyectos se pueden apreciar con claridad más las similitudes que las diferencias: fondo blanco, figuras desparramadas por la escena y a todo color, pequeños elementos festivos como guirnaldas o confeti... Quizá, si se puede añadir como contrapunto, en el caso del cartel de Burgos hay pequeñas líneas de contorno y algunos protagonistas, como el tamborilero o la gigantilla, recuerdan vagamente a estilos picassianos...

En definitiva, todo depende del ojo con el que se mira. El debate está servido.

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