El Grupo Provincial de VOX en la Diputación de Burgos ha registrado una proposición para el pleno de este viernes con un objetivo claro: blindar a la provincia ante un posible apagón prolongado. El portavoz de la formación, Ángel Martín, reclama la puesta en marcha de medidas que garanticen una autonomía mínima de 72 horas en los servicios esenciales.
La iniciativa surge, según explica Martín, en una "sociedad crecientemente dependiente" de un suministro eléctrico que considera "peligrosamente inestable". En esa línea, ha criticado el "desmantelamiento de fuentes fiables como la nuclear", recordando que esta energía ha sido recientemente reconocida como verde por la Unión Europea.
El diputado de VOX advierte de que el riesgo de un gran apagón "no es una hipótesis lejana, sino una amenaza real y tangible", y cita como ejemplo el incidente registrado "en la primavera de este mismo año".
Para hacer frente a un escenario de este tipo, VOX plantea una batería de medidas: una autoevaluación de resiliencia que la Diputación debería completar en seis meses; la creación de un "Comité Provincial Permanente de Resiliencia Energética"; una "red logística provincial de apoyo energético" que incluya un inventario de grupos electrógenos móviles y baterías para su despliegue rápido en municipios y centros críticos; y la habilitación de "puntos o refugios energéticos" en edificios públicos como polideportivos, bibliotecas o parques de bomberos. En este apartado, Martín ha subrayado la relevancia del nuevo centro proyectado en Fuentes Blancas.
El plan se completaría con apoyo técnico a los ayuntamientos, una evaluación económica acompañada de un plan de inversión escalable en un plazo de ocho meses y, finalmente, una petición a la Junta de Castilla y León para que habilite líneas de subvención específicas destinadas a financiar estas medidas de resiliencia energética tanto para diputaciones como para ayuntamientos de la comunidad.
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