La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha tendido la mano a los feriante para reunirse con ellos, después de que en la jornada de ayer cerraran sus atracciones en señal de protesta.
Ayala ha señalado que está siendo un año complicado para los feriantes, no por la ubicación, sino por las condiciones climatológicas como el excesivo calor y las tormentas que han podido restar afluencia de público.
Asimismo, ha indicado no están barajando un emplazamiento diferente hasta que esté operativa la explanada de Expo Burgos.
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