PANDEMIA

La ‘nueva sexualidad’ y las lecciones aprendidas en el confinamiento

manos

Después de casi 100 días en estado de alarma por culpa del coronavirus que aún sigue circulando, ¿cómo será la manera de establecer contacto íntimo con nuevas parejas? ¿Habrá cambios en la forma de ligar que resistirán el paso del tiempo? Para Francisca Molero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, "como el riesgo cero no existe, lo responsable es adoptar todas las medidas preventivas posibles".

Agencia SINC
29/06/2020 - 08:26h.

Trabajar, tomar algo, ir al gimnasio, quedar con gente... Ese era el día a día para muchos españoles hasta el pasado 14 de marzo. Con el decreto del estado de alarma para intentar controlar la pandemia de COVID-19, nuestra realidad cambió súbitamente.

Ahora, en la recién estrenada 'nueva normalidad' y en pleno verano, todos intentamos volver a esa antigua vida social. Sin embargo, muchas situaciones distan bastante de parecerse a las anteriores ya que las recomendaciones de llevar mascarilla, la higiene de manos o respetar la distancia física continúan.

De hecho, las autoridades sostienen que muchos de los nuevos casos se deben a la asistencia a grandes eventos, donde el riesgo de transmisión es mayor, e insisten en que nuevos brotes podrían dar marcha atrás al avance conseguido. Pero, ¿qué hay del sexo? ¿Podemos volver a ligar igual?

Una cuestión importante es dilucidar si se puede contagiar este virus al tener relaciones sexuales. El pasado mes de mayo un estudio, publicado en JAMA Network, mostraba que se había encontrado SARS-CoV-2 en el semen de algunos pacientes hospitalizados por la enfermedad. Realizado con muestras de 38 hombres, las conclusiones de este trabajo no se han vuelto a replicar.

"Hablar ahora de si se transmite a través de relaciones coitales sin preservativo es difícil", explica a SINC Francisca Molero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FEES). "De momento, sabemos poco sobre la presencia de este virus en el semen, solo tenemos este artículo".

"Podemos presuponer que se puede contagiar, aunque realmente no se ha podido demostrar todavía. Por supuesto, es un tema que está pendiente y sobre el que habrá muchos más estudios, pero siempre se empieza por investigar para salvar vidas. Y eso no ha sido fácil", añade.

Temor al contacto físico

Lo que sí están claros son los efectos positivos del distanciamiento social ante la COVID-19. Para la sexóloga, el contacto físico resulta clave a la hora de tener un intercambio en las relaciones sexuales presenciales. Por ello, tratar de limitarlo traerá consigo cambios.

"Todo dependerá de si la gente sigue teniendo miedo a la enfermedad y de cuánto tiempo pase hasta la aparición de un tratamiento efectivo o una vacuna. Eso querrá decir que habrá que adoptar más medidas preventivas, con lo cual es más fácil que se queden interiorizadas", subraya Molero. "Con las parejas esporádicas o las parejas estables abiertas habrá que utilizar medidas preventivas importantes: lavado de manos, preservativos, fundas de látex o darse más tiempo para decidir tener o no una relación sexual compartida".

Eso sí, dependerá mucho de los grupos de edad y de las características personales: no es lo mismo haber pasado el confinamiento con tu pareja estable, en compañía de tus hijos o solo.

"Igual que va a haber gente un poco 'desbocada' que pase de las medidas de protección, habrá otras con desconfianza a tener contacto, sobre todo con aquellas que no conocen", puntualiza.

"Por ejemplo, en las aplicaciones como Tinder –en las que era bastante habitual que ya en la primera o segunda cita hubiera un acercamiento sexual– puede haber variaciones. Quizá se dé más espacio para conocer a la otra persona, si existe afinidad o no, y a partir de ahí determinar si tienes sexo o no", afirma.

Lo que sí parece que traerá la nueva normalidad será una sexualidad con mascarilla, al menos según una investigación publicada en mayo en la revista Annals of Internal Medicine. Liderada por expertos de la Universidad de Harvard (EE UU), concluye que para tener relaciones sexuales seguras, además de los métodos anticonceptivos es conveniente llevar esta protección en la boca.

Así, uno de los factores más limitantes serán los besos, que suponen uno de los primeros elementos de relación sexual compartida. Según Molero, "en la mayoría de las culturas, el beso amoroso y erótico es la primera expresión de atracción y excitación sexual, implica un alto grado de intimidad".

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