PANDEMIA

La pandemia de COVID-19 amenaza la seguridad alimentaria global

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Un equipo internacional de investigadores alerta en la revista Science de las consecuencias de la crisis del coronavirus sobre la alimentación a escala mundial: subida de precios de frutas y verduras, colas de personas en bancos de alimentos, malas condiciones laborales en la industria agroalimentaria y desperdicio de productos. ¿Cuánto más podrá aguantar el sistema?

Agencia Sinc
04/08/2020 - 08:20h.

Las crisis económica y sanitaria provocadas por la pandemia de COVID-19 han situado a los gobernantes en la difícil tesitura de equilibrar las restricciones a la movilidad con la garantía del acceso a servicios básicos. Y aunque el mundo no se ha enfrentado a una gran escasez de alimentos, sí se han producido perturbaciones en la seguridad alimentaria internacional.

Esta es la principal conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores del International Food Policy Research Institute (IFPRI), que publican sus inquietudes en la revista Science. "Cuanto más tiempo dure la crisis, más se complicará la situación. La pregunta es: ¿cuánto más podrá aguantar el sistema?", se cuestiona Rob Vos, director de Mercados, Comercio e Instituciones del IFPRI y uno de los autores del artículo, titulado How Global Responses to COVID-19 Threaten Global Food Security.

Según detalla este investigador a SINC, por el momento no se está produciendo un gran desabastecimiento alimentario. "Lo que sí estamos percibiendo es un aumento significativo de la inseguridad alimentaria", señala.

Un ejemplo claro de esta tendencia se puede observar en países desarrollados, donde aumentan las colas de personas sin recursos que acuden a los bancos de alimentos y comedores sociales. Las familias afectadas se ven forzadas a modificar sus dietas, optando por productos básicos, más asequibles, pero también menos nutritivos. "La disminución de los ingresos pone en riesgo el acceso a los alimentos", se afirma en la publicación.

Efectos en los países más pobres

Para los investigadores del IFPRI, la pandemia está afectando a cuatro pilares de la seguridad alimentaria: el acceso a los alimentos, su disponibilidad, su uso y su estabilidad.

En su pronóstico más reciente, el Fondo Monetario Internacional vaticina una caída del 5 % de la economía mundial para este año. A pesar de que sus consecuencias económicas golpean más fuerte a los epicentros de la pandemia (China, Europa y Estados Unidos), también afectan indirectamente a los países con ingresos más bajos mediante la disminución del comercio, la exportación de petróleo y otros productos básicos.

Según el artículo, más de 90 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema. "La gente en extrema pobreza no tiene suficientes recursos para comprar los alimentos que se necesitan para evitar el hambre y la desnutrición", describe la publicación.

Los investigadores también afirman que los hogares pobres destinan el 70 % de sus ingresos a la alimentación, lo cual provoca que su seguridad alimentaria sea "especialmente vulnerable" ante las perturbaciones en los ingresos.

"Mucha gente va a caer en la pobreza y no podrá comprar alimentos. Antes, las causas que más agravaban este problema eran los conflictos armados o los problemas climatológicos. Ahora es la COVID-19", sentencia este responsable.

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