Los motivos que lo hacen uno de los Pueblos Más Bonitos de España van desde su casco histórico medieval con castillo y murallas incluidas, a las salinas que siglos atrás la convirtieron en la principal productora de sal de la Península
Es la tierra del naturalista español por excelencia, Félix Rodríguez de la Fuente, por lo que la naturaleza en Poza de la Sal sobra decir que merece la pena, pero es que ahora, este templo de la naturaleza salvaje, con sus desfiladeros, montañas y rutas de senderismo únicas es además la última incorporación a la lista de pueblos imprescindibles para hacerte una escapada en 2025.
Este rincón de la Bureba burgalesa acaba de ser incluido en la lista de los Pueblos Más Bonitos de España. Y ya son siete los elegidos en la provincia de Burgos; cada cual más pintoresco: Frías, Puentedey, Castrojeriz, Lerma, Covarrubias y Caleruega. Una lista de excusas más que razonables para que al menos, una vez en 2025, te vengas a la provincia de Burgos a descubrir qué les hace tan bonitos.
A unos 50 kilómetros de la capital burgalesa, en lo alto de un macizo, se levantó en el siglo XIV un castillo, el de los Rojas. El objetivo de su construcción no era otro que el de vigilar la ciudad de Poza de la Sal, que descansaba a los pies de esta fortificación, protegida por su muralla. Ahí va el primer gran motivo por el que este pueblo es uno de los más bonitos de España.
Entrar en esta villa por sus calles empedradas hacia la Plaza Nueva, es darse cuenta de que en este municipio burgalés hubo un tiempo en que se vivieron tiempos de prosperidad. Las casas blasonadas con entramado de madera indican que aquí se hizo fortuna. Y mucha. Y es que bajo el suelo de Poza de la Sal se escondía su gran riqueza: la sal. Otra de las grandes razones para venir. Para conocer la historia de la que un día fue la principal productora de sal de la Península Ibérica (hoy sigue produciendo, pero cantidades muy lejanas a los 100.000 kilos diarios de su época dorada), nada como una visita a la Casa de Administración de las Reales Salinas (siglo XVIII), donde se encuentra el Centro de Interpretación de las Salinas. La mejor parada para comprender el sistema de extracción y la importancia de este negocio que revolucionó la economía de la zona durante siglos. Una vez conocidos todos los detalles, lo mejor es poner rumbo a las salinas.
De camino, se pueden observar los antiguos lavaderos: un conjunto de piscinas y abrevaderos del siglo XVIII construidos en piedra, que ofrecen una estampa de lo más bucólica. Más adelante, el 'Salero': el 'cráter salino' de 2,5 km de diámetro, un diapiro (formación geológica con forma de hongo que se forma por la gran presión del interior de la tierra y que aflora materiales de baja densidad y gran plasticidad, como la sal), permite descubrir in situ el funcionamiento de esta gran industria local que resultó fundamental para el crecimiento y pujanza de la villa (tal era el valor que la sal adquirió, que los romanos solían pagar con ella; de ahí la palabra 'salario').
Los vecinos de Poza de la Sal sacan partido hoy a estas pozas de agua salada que dan nombre al pueblo disfrutando en ellas de baños relajantes (a tener en cuenta que no hay ni duchas ni servicio de socorrista). Un aliciente más para aquellos viajeros que buscan experiencias wellness al aire libre.
Pero Poza de la Sal es conocida por algo más que sus salinas. En este municipio nació Félix Rodríguez de la Fuente y en torno a su figura se cierne otro de los motivos por los que Poza de la Sal debe estar en tu lista de pueblos de visita obligada en 2025: el Centro de Interpretación que lleva su nombre, en el que se puede conocer la figura del precursor del ecologismo en España.
Siempre vinculado al hijo predilecto de Poza de la Sal, está el otro gran motivo para venir a esta tierra de condes y reyes: la naturaleza. Y es que aquí, junto a la ciudad de Frías (considerada la más pequeña de España), los paisajes resultan impresionantes. Una mirada sobre los Montes Obarenes hasta Pancorbo, la Sierra del Alto de las Cruces, la Sierra de la Demanda; el Valle de las Caderechas al norte y, desde lo alto del castillo, la entrada a la Bureba por el Páramo, que regala unas vistas únicas que sobrevuelan todo el año buitres y águilas. Es el llamado 'Balcón de la Bureba' y es, sin lugar a dudas, otra de las razones por las que Poza de la Sal es uno de los Pueblos Más Bonitos de España 2025. Aquí, y en homenaje al fiel defensor del lobo ibérico, se puede realizar una Ruta interactiva con lobos y cuando a la naturaleza se le antoja, normalmente entre febrero y marzo, la Ruta de los Almendros en flor, que regala al viajero una de las estampas primaverales más hermosas de las que se puede ser testigo en España.
Para quienes buscan patrimonio, arte y herencia medieval están otros elementos arquitectónicos como la Puerta del Conjuradero, un arco conocido con ese nombre porque desde este punto de la muralla que un día protegió a la ciudad se lanzaban conjuros para ahuyentar a la lluvia, que perjudicaba la producción salina.
La iglesia de San Cosme y San Damián (patronos de la villa) es otra de las grandes razones para venir, pues su belleza sorprende al viajero al entrar en la Plaza de la Villa. Esta iglesia gótica del siglo XIV con portada barroca quita el aliento en el corazón del pueblo. Declarada Monumento Histórico Artístico (1974), merece la pena en su interior por su retablo mayor (siglo XVIII) o su coro alto donde está situado el órgano.
La música es otro de los sorprendentes motivos para incluir a Poza de la Sal entre las mejores escapadas de 2025 pues, aunque muchos lo desconocen, este pueblo burgalés es el más pequeño de Europa con banda de música. Y no una cualquiera. La banda de Poza de la Sal está formada por 60 miembros y participa en unos 80 eventos al año. No es de extrañar entonces que la música sea la protagonista de una de las citas marcadas en rojo en el calendario local: el Festival Nacional de Charangas.
En torno al mes de mayo, entrada ya la primavera, el Balcón de la Bureba es un hervidero de buen ambiente y diversión en el que suenan las mejores charangas de España. Y es que este festival, en el que se dan cita las mejores bandas de música de toda España, celebrará en 2025 su undécima edición, lo que certifica su buena acogida entre un público que busca pasarlo bien en un entorno en el que la naturaleza, el patrimonio y la buena gastronomía van de la mano.
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