Las cinco hermanas mayores del Monasterio de Santa Clara de Orduña han sido trasladadas para su posterior reubicación en otros monasterios de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, tras las medidas dictadas por el Juzgado de Instrucción número 5 de Bilbao.
Según ha informado la Oficina del Comisario Pontificio de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, en la mañana de este jueves tuvo conocimiento de las actuaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil en el Monasterio de Santa Clara de Orduña. En ellas participaron la autoridad judicial, un médico forense y efectivos de la Guardia Civil, que hicieron efectivas las medidas acordadas por el citado juzgado con respecto a las hermanas mayores.
Desde la Oficina del Comisario Pontificio se señala que el cuidado de estas religiosas ha sido motivo de constante preocupación tanto para el propio comisario como para la Comisión Gestora. Esta inquietud se intensificó tras el traslado de las monjas mayores desde su residencia habitual en el Monasterio de Belorado al de Orduña, al considerar que este último no dispone de las instalaciones mínimas necesarias para atender adecuadamente a personas mayores y vulnerables.
La autoridad judicial ha establecido las directrices para que las hermanas mayores queden bajo el cuidado del Comisario Pontificio. En este marco, se está procediendo a la evaluación de su estado de salud, tal y como ha determinado la autoridad judicial.
Una vez finalizada dicha evaluación, se llevará a cabo el traslado de las religiosas a otros monasterios pertenecientes a la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, donde serán acogidas por sus comunidades y recibirán la atención necesaria para cubrir sus necesidades personales, sanitarias, comunitarias y espirituales, conforme a la Regla de Santa Clara.