CASTILLOS CYL
El Castillo de Zamora
Abrió de nuevo sus puertas en agosto de 2009, con una imagen totalmente renovada tras su acondicionamiento, tanto de la fortaleza y de sus estructuras defensivas como de los jardines colindantes. De forma romboidal, está formado por una serie de disposiciones concéntricas, foso, contrafoso, liza, cuerpo residencial y patio interior. Destaca la torre del homenaje, la más alta, último reducto defensivo de la fortaleza. En las fases de recuperación se hallaron hasta cinco torres más.
31/05/2019 - 00:00h.
El Castillo de Zamora vivió una época de gran esplendor en la Edad Media, sufriendo una importante transformación en el siglo XVIII para convertirlo en un fortín artillero y adaptarlo, así, a los nuevos métodos de ataque y defensa de las ciudades.
El castillo de Zamora está situado sobre una elevación natural del terrero, siempre ha sido una fortaleza y nunca fue transformado en un castillo palaciego. Existen dos versiones sobre quien mandó construir el castillo. Según unas crónicas lo fue por Alfonso II de Asturias, aunque es más segura su atribución al primer monarca castellano, Fernando I de León. Por tanto, el edificio dataría de mediados del siglo XI. De esta época quedan muy pocos restos, por no decir ninguno.
Para el primer unificador de las coronas castellana y leonesa, la plaza de Zamora constituía uno de los principales núcleos estratégicos en su expansión hacia el territorio musulmán, así como en la consolidación del naciente reino.
El espesor de los muros alcanza una media de dos metros y se refuerza con un profundo foso que rodea el conjunto. Se trata de una de las obras más importantes dentro del recinto amurallado de la propia ciudad.
Destaca la torre del homenaje, el patio de armas y el foso bastante profundo que se encuentra casi completo. Entre sus restos arqueológicos se han descubierto aljibes, tumbas de la época visigoda, hornos de fundición, canales de evacuación de agua, un pozo...
Su función siempre fue la de una fortaleza para proteger a la ciudad de los ataques. Zamora era un pilar básico para los reinos cristianos en la reconquista, jugando un papel defensivo desde época medieval, que tendrá continuación incluso hasta la Primera Guerra Carlista, en el siglo XIX.
Para acceder al castillo hay un puente que originalmente era levadizo y que va a dar a una puerta de arco apuntado. Según narra el romancero, la ciudad aguantó un cerco de más de siete meses, a cuya defensa contribuyó decisivamente el castillo. Bajo el reinado del primer Borbón, Felipe V se le hicieron reformas destinadas a adaptarlo a las nuevas técnicas de guerra, como la potente artillería.
Tras la pérdida de su razón de ser a partir del siglo XIX, es reutilizado para diversos usos, como la función de cárcel y de diversas escuelas de todo tipo.
Durante el año 2009 se realizaron trabajos de recuperación y consolidación del mismo. Las últimas excavaciones realizadas en la remodelación han descubierto algunos restos arqueológicos que los expertos datan de la Edad del Bronce.
Integrado en el Castillo, y formando parte de su conjunto histórico y de su estructura defensiva ha sido inaugurado el espacio expositivo Baltasar Lobo, Castillo Centro de Arte, dedicado a la obra de este escultor de la tierra. En sus alrededores existe un mirador desde donde se cuenta con una de las mejores vistas de Zamora.
Es Bien de Interés Cultural desde el año 1931 con la máxima protección dentro del Patrimonio Histórico Español.
Entrada gratuita. Horario de martes a domingos (Mañanas de 10:00h a 14:00. Tardes de 17:00h a 20:00h.) Lunes cerrado.
Del 03 julio al 16 septiembre: de martes a domingo de 10.30 a 14.00 y de 19.00 a 22.00 h. Lunes cerrado.
Día 08 de septiembre Cerrado
Visita gratuita.
Los días 1, 4, 5, 7, 8, 9, 11, 12, 15, 19, 23, 24, 25, 26, 29, 30 y 31 de agosto, el Castillo variará su horario de cierre por la tarde.
Jardines del Castillo: de 10:00h a 23:00h todos los días. No se permite el acceso 20 minutos antes del cierre
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
17:47
17:39