OPINIÓN | La trastienda

Mañueco claudica ante el ultimátum de Vox

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El PP recula asustado ante una eventual repetición electoral

Pedro Vicente
10/03/2022 - 16:50h.

Como acérrimo madridista que es, Alfonso Fernández Mañueco había manifestado su intención de desplazarse hacia el Bernabéu para contemplar en directo el choque entre el Real Madrid y el PSG de Mbappé, Neymar y Messí. Pero faltaban pocas horas para la sesión constitutiva de las Cortes, y con el PP y Vox abiertamente enfrentados por la presidencia de la Cámara, optó por no desplazarse y permanecer atento a cualquier posible movimiento.

Y apenas al cuarto de hora de juego sonó la alarma en su teléfono móvil. El líder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, se había descolgado en Twitter con una propuesta de acuerdo de gobierno para la Legislatura, que contenía el reparto con el PP de los principales puestos institucionales, incluyendo en su cuota la codiciada presidencia de las Cortes. Pero el verdadero mensaje no estaba en ese documento, sino el "tuit" que lo acompañaba:

"El PP se empeña en negar a los votantes de VOX el mismo trato que dio a su anterior socio", decía. "Todavía está a tiempo de rectificar y aceptar esta propuesta o, en caso contrario, explicarle a sus votantes por qué no ha querido este gobierno para CyL", concluía. Esto último sonaba a claro ultimátum en respuesta a la estrategia seguida por el PP de excluir la elección de la Mesa de las Cortes del posterior acuerdo de gobierno que acompañe la investidura.

Con los 31 procuradores de su grupo, al PP le salían las cuentas para hacerse con la presidencia de las Cortes sin contar con Vox, ya que la candidata socialista, Ana Sánchez, no disponía de suficientes apoyos entre las formaciones minoritarias para ganar esa votación. Ese riesgo estaba conjurado después de la UPL anunciara su abstención y "Soria ¡Ya!, no hubiera abierto ninguna negociación con el PSOE.

Con la mirada en el televisor pero el pensamiento abstraído en el "tuit" de García-Gallardo, Mañueco se puso en lo peor: Que Vox hiciera "casus belli" del ninguneo de la presidencia de las Cortes, dinamitara cualquier negociación sobre la investidura y apostara sin más por la repetición de las elecciones. Justo el único horizonte que no se podía permitir el PP y lo que a toda costa quería evitar Alberto Núñez Feijóo.

Y es así que una hora y media después, a punto de consumarse la gesta blanca en el Bernabéu, Mañueco activó su cuenta de twitter en respuesta a García-Gallardo:

"He ofrecido a Vox un acuerdo de gobierno en beneficio de las personas de Castilla y León. Desde nuestra posición inicial hemos cedido para propiciar el entendimiento, Vox no se ha movido nada", decía.  El ultimátum de Vox había surtido efecto. Arrugado ante la perspectiva de tener que repetir elecciones, Mañueco había decidido sacrificar al candidato de su partido a la presidencia de las Cortes, cuyo nombre -presuntamente el secretario autonómico del PP, Francisco Vázquez- en ningún momento había sido dado a conocer.

Las votaciones secretas para elegir la Mesa de las Cortes confirmaban a mediodía el pacto y tanto el nuevo presidente como el vicepresidente primero –puesto en el que repite Vázquez- eran elegidos con los 44 votos que suman PP y Vox. El leonés Carlos Poyán no estará solo en la Mesa, ya que la procuradora de Vox en la anterior Legislatura, Fátima Pinacho, se hace cargo de la secretaria tercera. Los mismos puestos ocupados por Ciudadanos en la anterior Legislatura.

Ello es el anticipo a cuenta del acuerdo de gobierno con el que Mañueco recabará a finales de mes su segunda investidura como presidente de la Junta. Después el socio de gobierno se cobrará una vicepresidencia y tres de las 9 consejerías (da por hecho que se suprime una).

Previamente, en estas dos semanas mucho tendrá que podar el PP la propuesta inicial de Vox, en la que no se priva de defender medidas de sesgo extremista que traspasan numerosas líneas rojas incompatibles con el Estado social y democrático que proclama la Constitución

Una cosa es que Feijóo se haya puesto de perfil permitiendo el pacto con Vox y otra que esté dispuesto a avalar la involución democrática que trae consigo la extrema derecha.

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