La formación burgalesista reclama más agilidad con el control del agua, la tecnificación de las explotaciones, la reducción de la burocracia y las ayudas directas para compensar los gastos
Vía Burgalesa (VB) denuncia la dejadez de las instituciones encargadas de la gestión agropecuaria en el campo burgalés, tanto la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León como el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que "deben hacerse con las riendas de la situación y proponer medidas eficaces que revitalicen el medio rural", apunta el coordinador de área provincial, Álvaro Eguiluz.
En estos días, el campo burgalés y el de toda España vive "tiempos convulsos". Los agricultores ven cómo los costes de producción aumentan exponencialmente día tras día, "además de la creciente sequía", recuerda VB. En el campo de la provincia de Burgos se da otro añadido que es la "falta de relevo generacional en las explotaciones" y el desinterés de las nuevas generaciones por el Sector Primario.
VB recuerda que el campo "siempre ha sido sinónimo de fuente de asentamiento poblacional en el medio rural", y por ello la situación requiere "respuestas inmediatas". La formación burgalesista plantea varias soluciones que pasan por "la aAceleración de las infraestructuras contempladas en el Plan Hidrológico Nacional, en especial, la puesta en marcha de la presa de Castrovido.
Apunta VB hacia la mejoras de otras infraestructuras hidráulicas en el campo burgalés, aumentando las zonas irrigadas y de mayor valor agrario. Activos financieros que son responsabilidad de la Consejería de Agricultura.
Para hacer realidad esto, es necesaria una cooperación efectiva con el Instituto Agrario de Castilla y León (ITACYL) y con las universidades de la Comunidad de cara a "potenciar estudios agronómicos encauzados en obtener variedades agrícolas más resistentes" para épocas de sequía y estudios de nuevos cultivos aptos a las nuevas condiciones climatológicas en nuestra latitud.
A juicio de Eguiluz, es necesario aumentar la capacidad de control en las explotaciones agropecuarias, de manera que, entre otras actuaciones, "se localicen y eliminen todos los pozos ilegales y sin los permisos pertinentes". Y la mejora de los regadíos, "aumentando la capacidad de embalse, mejorando la red, digitalizándola y aplicando sistema de ahorro".
En la misma línea es más que nunca necesario aumentar "la tecnificación en las explotaciones con el uso de nuevos elementos como drones o sensores de húmedos". Y en el aprovechamiento de los residuos en las explotaciones ganaderas, "ahondando especialmente en su uso como fertilizante, para reducir la dependencia exterior en este tipo de productos".
En cuanto a Política Agraria Comunitaria (PAC), es una obligación reducir "la carga burocrática para la tramitación de la PAC o de cualquier otra ayuda". Y contribuir a incentivar "el consumo en origen, evitando y reduciendo productos extracomunitarios, ya que el control sobre los mismos es mínimo, creando agravios comparativos con el producto europeo con altas exigencias medio ambientales".
Eguiluz apunta que los acuerdos de importación agropecuarios con países de fuera de la Unión Europea "deben revisarse, replantearse y, en su caso, marcar reglas más estrictas para su introducción en el mercado común y siempre en las mismas condiciones que los productos nacionales".
Otras medidas deberían ir en la mejora en las ayudas directas al gasóleo agrícola, el cumplimento real de la Ley de la Cadena Alimentaria, el aumento de los beneficios a jovenes agricultores para reducir la edad media de los mismos e implementar incentivos para la creación de empresas transformadoras de producto en el medio rural, ligadas a jovenes agricultores.
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