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Miranda del Castañar, pueblo con pasado medieval

Miranda-Castanar-general
Foto: Lugares con historia

Miranda del Castañar es una localidad perteneciente a la provincia de Salamanca y se ubica en el corazón de la Sierra de Francia.

Redacción BurgosNoticias 
26/04/2019 - 00:00h.

Se trata de un histórico pueblo cuyo casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. Su paisaje urbano envuelve a todo aquel que lo visita en un conjunto de aire medieval, ya que está compuesto por construcciones populares de mampostería y madera, típicas de la sierra de Salamanca, y por casas blasonadas en piedra de sillería, contando además con la plaza de toros más antigua de España.

Sus calles han pasado ya a ser conocidas a lo largo del mundo gracias a la reciente acreditación del municipio como uno de los Pueblos más Bonitos de España.

Es imposible comprender este bello pueblo sin tener en cuenta su pasado histórico vinculado al Conde Miranda, algo que lo singulariza respecto a los demás pueblos serranos. Con estos comparte un mismo marco geógrafico y similares aprovechamientos basados en el cultivo de productos mediterráneos (vid, olivo, frutales, etc).

 

Foto: Lugares con historia
Foto: Lugares con historia

El hábitat también es similar: casas apiñadas construidas con la técnica tradicional de la tramonera formando calles muy estrechas, aunque con la particularidad de dibujar una trama urbana con forma de espina: hay una calle principal (C/Derecha) situada en parte alta de la que parten perpendicularmente ladera abajo el resto de las calles de la localidad.

 

Lo que distingue a Miranda es un pasado que todavía se refleja en su presente: un pasado de poder y dominio del territorio circundante que pudo empezar en el siglo XIII y que alcanzó su culmen con la institución del Condado de Miranda en el siglo XV y su posterior desarrollo. Esto puede explicar su emplazamiento en lo alto de un promontorio excavado por los ríos Francia y Benito (el resto de pueblos se asientan en general sobre las laderas), con una función de posición defensiva de dominio y vigilancia de las tierras del condado sobre las que tenía jurisdicción, que era prácticamente sobre todos los municipios de la sierra.

Su Administración generó numerosos cargos (en 1752 había 6 escribanos y 7 procuradores) que atraía a numerosas familias nobles que disfrutaron de esos privilegios. Su poder y posición se exhibía en los escudos nobiliarios y en las propias casas de granito que aún se conservan como la del Escribano, la de los Tejeda, Ledesma, etc). Si a ellos se añaden el Castillo del siglo XV, la muralla con sus cuatro puertas medievales, el camino de la ronda, la alhóndiga, la Iglesia, la Torre, la Plaza de Toros... y la bien conservada arquitectura popular resuelta, lógico que la Villa fuera declarada Conjunto-Histórico-Artístico ya en 1973.

Al ser Miranda del Castañar una villa completamente amurallada, con sus cuatro puertas orientadas a los puntos cardinales y con un casco urbano bien conservado y con interesantes muestras de arquitectura popular, los monumentos a visitar, básicamente el castillo y la iglesia, pueden ser una buena excusa para un paseo tranquilo, ya que esta localidad está repleta de called estrechas y empinadas, con edificios que tienen balcones de madera combinados con casas de piedra blasonadas.

El castillo de Miranda del Castañar, del siglo XV, está bien conservado, tras haber sido restaurado. Junto al campanario de la iglesia, su torre del homenaje es el referente visual del casco antiguo de esta localidad.

Su fábrica es de mampostería concertada y su planta forma un trapecio cuyos vértices están ocupados por cubos cilíndricos.

La llegada al corazón del caserío de Miranda del Castañar impacta por la visión de su castillo, dominado por la torre del homenaje La citada torre, aunque construida como palacio señorial, muestra una gran austeridad en sus muros. El remate de la misma es amatacanado, y está soportado por numerosas ménsulas lobuladas muy próximas entre sí. Se encuentra adosada mediante un pequeño recinto que se utiliza de antepuerta.

La muralla, por su parte, es del siglo XIII y se conserva en buen estado, al igual que sus puertas: la de Nuestra Señora, San Ginés (ubicada junto al castillo y la vieja alhóndiga), el Postigo y la de la Villa.

El templo parroquial de Miranda del Castañar está dedicado a Santiago y San Ginés de Arlés. Se trata de una iglesia sencilla y no demasiado grande de origen gótico construido entre los siglos XIII y XIV pero con modificaciones posteriores. Destaca una sala rectangular dividida en tres naves y el campanario. Alberga también un pequeño museo. En el costado norte se construyó un pórtico soportado por columnas. Tiene un arco de acceso en el centro.

Enfrente de la iglesia selevanta el conocido "campanario exento" construcción clasicista de gran altura que junto al castillo y su torre del homenaje, forman los monumentos visibles desde numerosos puntos del entramado urbano. Esta torre de campanas perteneció al ayuntamiento.

Entre estos otros monumentos de Miranda hay que destacar la Plaza de Toros o Coso Taurino, que es el patio de armas del castillo de Miranda, construido en el siglo XVI.

Todo ello gracias al buen criterio de sus habitantes que han sabido valorar y conservar este gran patrimonio a la vez que unas antiguas y originales costumbres y tradiciones.

La población salmantina nació en el siglo XII bajo la orden Hospitalaria de Jerusalén, y se consolidó tras la repoblación de Alfonso IX en el siglo XIII, que hizo de Miranda del Castañar la capital administrativa de la Sierra de Francia, al convertir este rey a Miranda en villa y concejo, del que dependían la mayoría de los pueblos serranos del entorno.

Hay constancia de que en 1282 ya era señor de Miranda el infante Pedro, hijo de Alfonso X el Sabio y de Violante de Aragón. A su muerte, la mayoría de sus señoríos fueron heredados por su único hijo legítimo, Sancho el de la Paz, que falleció sin dejar descendencia legítima. Miranda del Castañar volvió a la corona durante el último periodo del reinado de Fernando IV de Castilla.

A principios de febrero, Miranda del Castañar celebra la fiesta de las Águedas. Tras la procesión con la imagen de la santa, las águedas bailan la bandera colocando el pie sobre el marido o un familiar varón que, echado en el suelo, les rinde pleitesía sin que tan vejatoria ceremonia concite la protesta de colectivo alguno.

También es, por todo lo expuesto, visita obligada a este pueblo de la provincia de Salamanca.

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