Con la misión de "velar por el respeto de los derechos y libertades del profesorado, estudiantado y personal técnico, de gestión y de administración de servicios", tal y como recoge la LOSU y la propia normativa de la UBU, el catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Burgos Miguel Ángel Iglesias, ha tomado hoy posesión de su cargo como nuevo Defensor Universitario, en relevo de Julia Arcos
Guiado por los principios de independencia, autonomía y confidencialidad, asegura que su actuación debe responder "a un espíritu de cercanía y desburocratización, siempre compatible con el respeto a exigencias procedimentales garantistas esenciales", puntualiza, y destaca que, pese a carecer de capacidad resolutiva, "la figura del Defensor tiene una alta significación simbólica y representativa", la cual persigue promover en la comunidad universitaria la cultura de la ética y la corresponsabilidad, "así como espacios de convivencia, con autoridad moral (y no con poder) y sentido de la justicia (y no necesariamente a través de la coercitividad de las leyes)". En la misma línea, el rector de la Universidad de Burgos, José Miguel García Pérez, ha resaltado la "relevancia moral de esta figura, que muchas veces está por encima de las propias normas", así como el trabajo "callado y discreto" que supone el desempeño de este puesto, "sin reconocimientos", lo que lo convierte en "especialmente relevante" en el ámbito universitario.
Entre los principales objetivos a alcanzar en los seis años en los que ostentará su nuevo cargo, Iglesias ha apuntado la necesidad de promover también el "estímulo y reconocimiento del trabajo bien hecho y aplaudir la vocación de servicio al interés general", así como la de fomentar la visibilidad de la Oficina de la Defensoría, -con el año 2027 como un hito en esta labor al cumplirse el vigésimo aniversario de su creación- la cual quiere fortalecer con una "verdadera estructura organizativa, lo que exige el nombramiento de un Defensor adjunto, figura, por otra parte, existente en la gran mayoría de las universidades", añade.
Su intención también es fortalecer de forma flexible cualquier cauce de comunicación y acceso, y considera que, para ello, es imprescindible elaborar protocolos unificados que sirvan para centralizar la recepción de las consultas y reclamaciones, así como clarificar de qué manera deben presentarse.
Con el estudiantado en el centro, el nuevo Defensor pretende articular una guía de buenas prácticas en los procesos de evaluación y sugiere la revisión de las líneas directrices para mejorar los contenidos de las guías docentes, "ganando en concreción y seguridad jurídica", apunta. Igualmente, apuesta por un cambio cultural en la universidad "para generar una atmósfera laboral y académica favorable" evitando, en la medida de lo posible, aplicar métodos disciplinarios y sancionadores.
Por último, tampoco olvida la necesidad de adaptar la normativa de organización y funcionamiento de la Defensoría a la nueva legislación universitaria y a los futuros Estatutos, así como la actualización de la base documental y la presencia digital de su Oficina.
19:26
19:14